T-Bone Walker y el instrumento que lo consagró

Primera llamada

SIEMPRE ME HAN dado risa los estereotipos, y sobre todo los aplicados
a los blusistas: van desde el guitarrista ciego ganando unos centavos
como músico callejero o la vida destrampada de muchos de ellos,
rodeados de leyendas fantásticas y pactos diabólicos, aderezados con
mujeres y harto whisky.
TAMBIEN SON COMUNES los apodos, llenos de ingenio o descriptivos, en
el blues abundan los fats (gordos) y los slims (flacos) los y las bigs
(grandes) y sobre todo los blinds (ciegos). En alguna ocasión hablé de
la realeza representada en estos sencillos y extraordinarios músicos:
duques, condes, emperatrices, reinas, reyes y príncipes, son tan sólo
una parte de esa cohorte del blues y del jazz.
PERO PARA AARON Thibeaux Walker, su nombre real, el apellido se
simplifica de Thibeaux a T-Bone, y así pasó a la historia del blues
como: T-Bone Walker. El joven Walker no fue la excepción, lleva una
vida agitada, le gustan las mujeres, el juego y el alcohol. La bebida
es su principal problema y es lo que años más tarde terminaría con su
vida.
EN LA HISTORIA de la música, siempre han existido músicos poseedores
de algo excepcional que cambia el desarrollo de la misma, y para el
blues, T-Bone Walker es esa piedra de toque que contribuye a la
evolución de la guitarra eléctrica.
Segunda llamada
EJECUTANTE DEL BANJO, la mandolina, el violín, el ukelele, la guitarra
acústica, el piano y el órgano, pero fue la guitarra eléctrica en
donde puso sus reales manos. Nació en Linden, Texas, en 1910, de
padres cantantes y abuela cherokee; al separarse sus padres se va a
vivir a la casa del abuelo materno.
LA POBREZA A veces agudiza el ingenio, por lo que, al igual que
cientos de músicos, el niño Aaron se construyó su primera y
rudimentaria guitarra y, al igual que la inmensa mayoría de la
comunidad afroestadunidense, su primera formación la tuvo en el coro
de su comunidad, en la Holy Ghost Church, y más tarde con su
padrastro, que tenía su propia banda y le permitía cantar.
A LOS 10 años le sirvió de lazarillo por las calles de Dallas a una
leyenda del blues, el también texano Blind Lemon Jefferson, al que
guiaba y acompañaba con la guitarra, recibiendo en un bote las
monedas, recipiente que hacia sonar para guiarlo; aunque esto es sólo
una anécdota, es indudable que la influencia que el Limón Ciego tuvo
en el niño Aarón Walker fue definitiva.
Tercera llamada
LOS COMENTARIOS QUE Carlos Tena hace en su obra Los maestros del
Blues, resumen bien lo que fue este guitarrista: "Si hay una persona
que pueda ser considerada fundamental en el desarrollo de la guitarra
eléctrica deblues, ésta es T-Bone Walker, un músico fronterizo, ya
que existe un antes y un después en la vida de T-Bone. Sin su estilo y
sus aportaciones, B.B. King, Buddy Guy, Otis Rush, Chuck Berry, Jimi
Hendrix, Stevie Ray Vaughan, James Brown, Isaac Hayes y muchos otros
artistas no habrían tenido un sólido punto de apoyo".
Y CONTINUA TENA: "Consiguió un nuevo papel para la guitarra y fue un
virtuoso que utilizaba técnicas y recursos jazzísticos que otros
bluesmen ni siquiera imaginaban"; y agrega: "algunos aficionados no lo
consideran un genuino bluesman por tocar con músicos de jazz o por
introducir elementos extraños en el blues".
TAMBIEN ES CIERTO que, al igual que W.C. Handy pasó a la inmortalidad
con su San Luis Blues, Walker lo hizo con Call it stormy monday,
composición que ha sido grabado por numerosos cantantes de jazz. Por
lo general, sus grabaciones discográficas las realizó acompañado con
orquesta, pero sus presentaciones personales las hizo con pequeños
grupos de dos o tres elementos.
OCTAVIO HERRERO, GUITARRISTA del grupo Las Señoritas de Aviñón, me
comentó que con el éxito y los años Walker se volvió muy tacaño y no
quería pagar una buena dotación de músicos; en las giras, él viajaba
solo y había que formar al vapor un pequeño grupo que lo acompañara,
con resultados poco convincentes.
EXISTE UNA GRABACION por demás interesante de 1973: la pareja exitosa
del Rythm & Blues y del Rock'n & Roll, Jerry Lieber y Mike Stoller, le
produjeron un disco en el que participaron nada menos que: Dizzy
Gillespie, Herbie Mann, Gerry Muligan, Zoot Sims y un largo etcétera.
ES IMPORTANTE DESTACAR el Premio Grammy que T-Bone recibió en 1970 por
su álbum Good Felling. Cinco años más tarde, el 16 de marzo de 1975,
murió en un hospital de Los Angeles.
HACE EXACTAMENTE 30 años que T-Bone Walker entró al mundo de las
leyendas del blues, y para recordarlo hoy domingo le dedicaremos el
programa Por los senderos del blues, que se transmite todos los
domingos de ocho a nueve de la noche, por Horizonte 108 de F.M. En los
comentarios me acompañará el ya mencionado Octavio Herrero,
extraordinario guitarrista y fan de T-Bone Walker. Así también tendrán
la oportunidad de escuchar la obra de este músico excepcional.